Yasmari Bello Conferencista Internacional/Facilitadora/Motivadora

domingo, 10 de julio de 2016

La cadena de favores



Es mi primer día de blog y quizás mi historia solo la vean interesante aquellos quienes dan sin esperar recibir nada a cambio y que como yo, creen en la "cadena de favores" de la vida.

Estaba en mi clases de yoga de los días sábados en el parque, rodeada de esa naturaleza que amo, con olor a lluvia, con frío, guacamayas cantando y rodeada de energía positiva de mi grupo de compañeras, en un descanso entre una clase y otra, decido como es habitual ir a tomarme un te refrescante que vende Leyda y una empanada vegetariana (no soy vegetariana) pero estas empanadas de la señora "argentina" como ella se hace llamar, son deliciosas, sin embargo me detuve mientras iba a mi destino y vi una torta (pastel) de piña que es uno de mis postres favoritos y de la cual tenía mucho tiempo sin comer, sin pensarlo decidí darme ese gusto junto a mi bebida y los pedí envasado para comer en el camino o después.

Al llegar nuevamente a mi "mat" de yoga faltaban unos minutos y dije es el momento de comerme mi torta con una gran emoción, por primera vez se me acerca un señor ajeno a la clase y me ofrece venderme uno de sus artículos (crucigrama) y le respondo con cortesía y una sonrisa "no gracias"  y me vuelvo a voltear para morder mi torta (pastel) con muchas ansías y escucho nuevamente la voz del señor diciéndome "me puede regalar un poco de su torta?" a lo que respondí "mi torta?" y volteé a verle su rostro, enseguida supe que no me sentiría bien en decirle que no y comerla como si nada hubiese pasado, le respondí "si claro señor" e inmediatamente procedí a partirla en dos pedazos, es decir, la mitad para el y la mitad para mi, se la entregué y el señor me ha respondido "tenía mucho tiempo sin comer una torta así, gracias" y pensé: el también tiene mucho tiempo sin comerla igual que yo, me sentí muy feliz de poder compartirla con este desconocido y luego continué con mi clase y posterior meditación de agradecimiento por tener la oportunidad de ayudar sin esperar recibir nada a cambio.

Más tarde saldría de allí para buscar un medicamento que conseguí por donación a través del twitter y al llegar donde la señora, me sorprendió indicándome que no sólo me iba a dar una caja sino tres para que no estuviera tan angustiada en la búsqueda (a los que me leen fuera de Venezuela, en mi país hay una fuerte escasez de medicamentos, muchos me conocen porque mi rostro ha dado la vuelta al mundo en infinidad de noticias, por una campaña que emprendí para conseguir mis medicamentos contra el cáncer), en esta semana también he entregado dos cajas de medicinas, a otras dos personas de la misma forma que lo hizo esta señora tan amable conmigo ayer, porque me mantengo activa apoyando a otras personas, que también han vivido la angustia de buscar medicinas a través de las redes sociales.

Para finalizar mi historia del día de hoy quiero decirles que la vida es una cadena de favores infinitas y que dar sin esperar recibir nada a cambio, nos abre las puertas para recibir nosotros o nuestra familia en cualquier momento la ayuda que menos esperamos, pero que seguramente la que más necesitamos.

Dar es un acto de fe, dar sin esperar que la otra persona te devuelva el "favor" significa desprendimiento y desapego desde el amor incondicional para ayudar y en algún momento, no esa persona quizás, pero si la vida te lo recompensará de otra forma.

Gracias a dar la mitad de mi torta de piña, recibí otro regalo del universo para mi sanación y gracias a otra persona que tiene vocación de servicio pude comprobar nuevamente la "cadena de favores" de la vida.

Abrazos de luz

Yasmari Bello

No hay comentarios:

Publicar un comentario